Però em sembla que l’Arcadi Espada té raó. Aquesta modificació conté un error de base. Per primera vegada una malatia passa de ser un atenuant a ser un agreujant:
No encuentro rastro de que esta medida se aplique en algún Derecho Penal homologable. Hay aquí varios asuntos muy llamativos. El primero la comparación con el tráfico. Es cierto que en ese ámbito funciona como agravante: pero hay una correlación previa: y es que está prohibido conducir un coche borracheando. No pasa lo mismo con la conducción de la vida propia. Luego está la discrimianción: no se ve en qué habría que diferenciar, respecto del agravante, la violencia de pareja. Aunque, dado el ambiente, este es un eslabón tan débil como el sexo débil. Y por último: esta magnífica iniciativa supone la muy osada decisión de considerar la enfermedad como agravante.
4 comentaris:
Penso que potser la solució és no tenir-ho en compte ni com a agreujant ni com a atenuant, simplement no tenir-ho en compte.
En mi opiniom, la ley ya estaba bien como estaba. Es tanta la casuistica posible que ha de ser el juez que dirima hasta que punto el alcoholismo ha influido (agravando o atenuando) el abuso... son ganas de simplificar la realidad y tenerlo todo escrito y eso es ademas de reduccionista, peligroso!
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