Bobsleigh

El tema del dia d’avui, en esports, és la derrota del Barça contra el semidesconegut Rubin Kazan rus (per cert, a mi em va semblar que el Barça va jugar un bon partit; millor, almenys, que altres que hem acabat guanyant).

Però, també en esports, avui he llegit una entrevista interessant d’un català que, emulant als jamaicans de ‘Jamaica bajo cero’ (recordeu la pel·li?), s’està preparant per competir en Skeleton, la modalitat individual de bobsleigh.

A part del fet que el bobsleigh sempre m’ha cridat l’atenció, m’ha semblat interessant que un tio sigui tan emprenedor (esportivament parlant) com per dedicar-se a aquest esport totalment per lliure.

¿Recuerda su primer descenso?
Fue en Innsbruck. Te suben a media pista, te estiran, te dicen "levanta los pies" y te empujan. Vas en una cosa que se mueve muy rápido y no sabes qué hacer. Me pasé esa primera bajada rezando. Estás a dos dedos del suelo, viéndolo todo tan rápido y te preguntas dónde te has metido. Luego te das cuenta que cada vez tienes que mirar menos porque, a pesar de la sensación de velocidad, es el cuerpo el que tiene que sentir las distintas presiones y si el trineo se va hacia la derecha o hacia la izquierda. Es una cuestión de habilidad y de capacidad mental.

¿No hay que mirar?
Hay mucha gente que levanta la cabeza y lo ve todo, incluso a la gente que está mirando, pero aerodinámicamente se corta el viento. Los buenos miran muy poco y tienen todas las sensaciones interiorizadas. (…)

¿Cómo se pilota el trineo? .
Tiene una estructura rectangular interna, en la que la presión sobre la parte delantera se transforma en la parte trasera. Si hago presión con el hombro derecho giraré hacia la izquierda. Yendo encarado, el trineo también se desvía con pequeños movimientos de cabeza, porque vas a 120 o 130 por hora y cortas el viento.